miedos
Para empezar, es importante decir que el miedo también cumple con una función positiva, ya que, gracias a él, podemos advertir una situación de peligro y reaccionar oportunamente para evitar riesgos. Entender lo anterior es muy importante para darnos cuenta de algo fundamental: como ocurre con todas las emociones, lo que debemos hacer con el miedo no es negarlo ni reprimirlo, sino aprender a manejarlo para evitar que nos domine. Y así es también como debes enseñar a tu hijo a tratar con esta emoción.
Los miedos más comunes según la edad
Lo primero que debes saber es que, según la edad, es normal que los niños experimenten cierto tipo de miedos miedo por distintas razones.
6 meses
A partir de esta edad, los bebés empiezan a distinguir las diferencias entre un rostro y otro, razón por la cual es común que sientan temor al advertir que están frente a una persona que les resulta desconocida. miedos
2 años
Además de que los niños cada vez van siendo más conscientes, a esta edad es frecuente que sus papás empiecen a verlos un poco más independientes y adquieran confianza para separarse momentáneamente de ellos; para dejarlos unas horas en la guardería, por ejemplo. Esto, consecuentemente, suele generar en los niños cierto miedo a la separación y al abandono.
4 años
Frecuentemente asociado con el miedo a ser abandonado, surge el miedo a la oscuridad, que suele presentarse, sobre todo, entre los dos y los seis años. Papás: tengan cuidado de no ser ustedes mismos quienes infundan este tipo de temor –dejando a su hijo ver películas o programas que alteren su estado nervioso, por ejemplo–, o un hermano mayor, ya que puede llegar a generar altos grados de ansiedad en los niños. También en esta etapa es frecuente el miedo a los animales, a las tormentas y a seres fantásticos, como fantasmas. miedos
6 años
A esta edad es común que surja el miedo a padecer una enfermedad o sufrir un accidente, a fracasar en la escuela, a hacer un ridículo o a la separación de sus papás (sobre todo en esos casos en que la relación no es muy buena).
12 años
Conforme se acercan a la adolescencia, los niños empiezan a experimentar miedos asociados con la aceptación social y cualquier situación que pueda dañar su autoestima, como el aspecto físico o su nivel de popularidad.
Pero, aquí viene lo más importante: ¿qué puedes hacer para ayudarle a tu hijo a vencer esos miedos?
7 recomendaciones que debes tomar en cuenta:
- Como siempre, es muy importante que los papás empiecen por sí mismos. Si tu hijo no los ve capaces de mantener la calma frente a situaciones de riesgo o de incertidumbre, terminará contagiado de esa emoción.
- Evita a toda costa regañarlo o ponerlo en ridículo. Aunque a ti, desde la perspectiva de adulto, la situación te parezca graciosa o de poca importancia, intenta siempre entender la forma en que la está viviendo tu hijo.
- Dale el tiempo que necesite sin presionarlo. Dependiendo de muchos factores, cada niño tiene su propia forma y ritmo de enfrentar esas situaciones que lo asustan. Querer que lo haga a tu manera y al ritmo que quieres será contraproducente.
- Cuando intentes ayudarle a superar un miedo en particular, intenta que haya condiciones óptimas. Ejemplo: si quieres que tu hijo venza el miedo a andar en bicicleta, no intentes que lo haga frente a sus amigos o después de haberte visto discutir con su papá-mamá.
- Independientemente del resultado, reconoce cada uno de sus esfuerzos.
- Muchas veces, el miedo carece de un sustento racional. En esos casos, lo mejor es neutralizar la emoción a través del razonamiento. Explícale, por ejemplo, que no hay por qué temer a un personaje de película, puesto que es ficción y nada de lo que hace en pantalla es real.
- Cuéntale alguna anécdota de cuando tenías su edad, en la que hayas enfrentado una situación similar a la que lo está atemorizando. Dile, además, cómo fue que venciste ese miedo. Saber que tú, como cualquier niño, pasaste por algo parecido, no solo servirá para sentir mejor tu apoyo, sino que le ayudará a ver las cosas con más calma.
Sobre la autora
Xóchitl González Muñoz es directora de Psicología para Niños, un centro de atención psicológica para niños y adolescentes en la Ciudad de México. Desde 2002 ha diseñado e implementado talleres y conferencias para padres, maestros y profesionales de la salud sobre temas como inteligencia emocional, manejo conductual y pautas de la evaluación diagnóstica. Es autora del libro digital ¿Cómo formar hijos emocionalmente sanos?