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La autoestima infantil es la imagen que el niño tiene sobre sí mismo y se va formando desde que empieza a tener autoconciencia. Una autoestima positiva o negativa depende del resultado de la ecuación entre el carácter del niño y el ambiente social que le rodea. Un niño con una buena autoestima será capaz de mostrar seguridad en sí mismo, además de aceptar sus errores y logros de forma positiva.

 




Cómo fomentar la autoestima de los niños
Los padres somos el primer espejo en el que se miran los hijos para empezar a construir su autoimagen. Para ayudarles a potenciar una autoestima sólida podemos: 

  1. Reconocer sus fortalezas
    Cuando demuestre cualidades o virtudes reconóceselas verbalmente, destacando el comportamiento concreto: “¡Qué buen hermano eres! Gracias por ayudar». «Qué bien pintas, me encanta este dibujo». De acuerdo con el libro ¿Cómo formar hijos emocionalmente sanos?, ayudar a tu hijo a desarrollar sus fortalezas, así como a contrarrestar sus debilidades, resulta fundamental para que construya una imagen positiva de sí mismo.
  1. Reconocer sus esfuerzos
    Más allá de los logros, felicítalo por sus esfuerzos independientemente del resultado, así le ayudarás a desarrollar la perseverancia y tolerancia a la frustración.
  1. Cuidar nuestra actitud ante sus errores
    Muestra naturalidad ante los mismos.  Enséñale  que es normal equivocarse cuando estamos aprendiendo y anímale a seguir practicando o intentar formas diferentes para conseguirlo. Cambia «está mal», por «¿cómo te puedo ayudar para mejorar?».
  1. Evitar ponerles etiquetas
    Hay una gran diferencia entre calificar su comportamiento y calificarlo a él. En vez de decirle «eres un desastre», dile «has dejado la habitación hecha un desastre», por ejemplo.
  1. Demostrarles nuestro amor incondicional
    Incluso cuando te enojes y lo regañes, déjale saber siempre que lo quieres. Nunca utilices el cariño como moneda de cambio.
Cuando un niño tiene una buena autoestima…

+ Aprende mejor en la escuela
+ Reconoce y expresa con mayor frecuencia y facilidad sus emociones
+ Se involucra mucho más  en los sentimientos de sus compañeros y desarrolla más empatía
+ Aprenden a resolver conflictos  hablando, buscando diferentes opciones y valorando las consecuencias antes de tomar una decisión
+ Aprende a ver una misma situación desde distintos puntos de vista
+ Es más consciente de sus emociones, las expresa con más naturalidad y aprende a regularlas para sentirse mejor
+ Maneja situaciones y conflictos de mejor manera

Fuente: www.hacerfamilia.com

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